domingo, 22 de abril de 2007

JESÚS ESTÁ EN LA COMUNIDAD QUE LO BUSCA

Las lecturas del domingo, 22 de abril fueron: Hechos 5, 27b-32. 40b-41; Apocalipsis 5, 11-14; Jn. 21, 1-19.

Llama mucho la atención la simplicidad con la que Jesús quiere convivir con sus discípulos. Él busca ayudarlos en su trabajo y compartir el pan con ellos. Dos gestos, muy sencillos, pero muy profundos si nos damos cuenta que era Jesús resucitado quien lo hacía. Jesús no pretendía deslumbrar con grandes milagros, no caminó sobre las aguas ni multiplicó los peces, sino que se hizo cercano, como uno de ellos.

Se puede percibir aquí a un Jesús que quiere que sus discípulos lo sientan cercano, vivo, solidario. Jesús quiere fortalecer su relación con ellos porque sabe que sólo desde esta experiencia de cercanía con Él sus discípulos podrán dar testimonio ante cualquier adversidad.

En un segundo momento del evangelio, se nos narra cómo esta relación con los discípulos es privilegiada por Jesús con Pedro. Jesús es directo: ¨Pedro, ¿me amas?¨ Él sabe que si Pedro ha de fungir como líder de esta pequeña comunidad y después de la comunidad cristiana debe de estar bien cimentada su relación con Cristo. Las tres veces que repite la pregunta ratifican la importancia que Jesús daba a esta relación. Jesús quería dejar convencido a Pedro de que en verdad lo amaba. No quería que hubiera rastro de duda del amor que Pedro tenía por Jesús, pues sólo desde este amor podrá Pedro cumplir su misión.

Hoy se nos recuerda fuertemente que creer en y seguir a Jesús es ante todo una relación, una relación de amor con Dios, una relación de amor con aquel que sabemos nos amó primero. Antes de pensar en los compromisos que conlleva ser cristianos, antes de pensar en cumplir los mandamientos o vivir las bienaventuranzas, hemos de pensar en fortalecer nuestra relación con Dios. Sólo desde ahí encontraremos el sentido y tendremos las fuerzas para vivir como verdaderos cristianos. ¿Se imaginan ustedes a un matrimonio que tenga que vivir todas las exigencias de ser padre/madre, esposo/esposa pero que no se amen el uno al otro? Pues lo mismo sucede cuando un cristiano no se ha dado cuenta del amor de Dios y quiere cumplir con las exigencias de la caridad, la solidaridad el perdón; es imposible ser feliz así.

Hoy le podemos poner nuestro nombre a la pregunta que Jesús le hace a Pedro. Pues si no estás seguro(a) de este amor, jamás podrás vivir como verdadero cristiano ni como hijo de Dios. ¿Cómo llegar a este amor? Imagínate cómo llegas a conocer y amar a una persona: primero la tienes que conocer (Evangelios), después la tienes que tratar con frecuencia (Oración), después se puede crear un lazo de compromisos (Caridad).

Tres pasos, clraos y concretos que nos llevan a conocer a Jesús y amarlo como Él nos lo pide.

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